Él sintió la mano de ella sobre su hombro y dos lágrimas salaron sus mejillas hasta morir en sus labios.
- Nunca quise hacerte daño. Te quiero y lo sabes, pero no de esta manera, eres importante para mi, pero sabes que esto no puede ser.
- ¿ Tanto te gusta él?, pero sabes que no siente lo mismo.
- No podría perdonarme jamás si no intento un futuro a su lado, se que cuando me conozca perderá la cabeza por mi, como yo la he perdido por él.
Dos lágrimas volvieron a fluir de los ojos del chico y suspiró.
- Estoy seguro de ello.
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