sábado, 29 de septiembre de 2012

la sangre al galope por mis venas y una nube de arena dentro del corazón.

Cuando se despertó no recordaba nada de la noche anterior demasiadas cervezas dijo: al ver mi cabeza
al lado de la suya en la almohada... y la besé otra vez pero ya no era ayer sino mañana.
Y un insolente sol como un ladron, entró por la ventana.

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