martes, 18 de septiembre de 2012

Refugiaté tú solo

- Lo siento, quería con todas mis fuerzas que lo nuestro saliera bien, no llores por favor...
-  No pasa nada, no fue culpa tuya.
- Pero aún asi me siento culpable.
-Yo sabía lo que apostaba cuando decidi jugar a este absurdo juego de querernos, sabía que me podías partir el corazón, no fue culpa tuya, yo decidí jugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario