miércoles, 26 de septiembre de 2012

Voy buscando en la basura unos labios que me digan esta noche quédate!

Me miras de reojo, pero yo ya hace rato que he reparado en tu presencia. Llevo varios minutos mordiéndome el labio inferior y revolviéndome un mechón de pelo. Pido un tequila y entonces me miras y sonríes, evidentemente yo te devuelvo la sonrisa, me echo el chupito de trago. El tequila es como tú, hay que tomarlo de sorbo y sin pensarlo. Saco un cigarrillo de mi bolso, le cojo el mechero a una amiga (Sigo con mi absurda manía de perderlo todo), el bar esta reventado y salimos a fumar a la calle las dos. Ella me pregunta si me he dado cuenta de que estabas allí y yo respondo que no, que ni siquiera me he fijado. Entonces sales tú también y empezamos a hablar, aqui hay tema seguro, me guiña mi amiga y entra a por otros dos tequilas. Cuando ella sale ya no nos encuentra, y es que ni nosotros sabemos donde hemos parado, solo sabemos que estamos intentando que nuestras manos se encuentren debajo de las sábanas y es que mañana será otro día, pero de momento bésame como si  no amaneciera nunca.

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