Cuando realmente quieres a alguien, cuando te enamoras, los putos kilómetros que nos separan tampoco son para tanto, claro que sería más fácil si nos vieramos todos los días, si pudiera besarte cada mañana, si pudiera rozarte a cada segundo, pero sé pasar solo con oír tu voz, sé soñar contigo cada noche, sé pensar a cada segundo del día que estarás haciendo y si también piensas en mí, sé quererte como nadie más sabe.
Cuando se despertó no recordaba nada de la noche anterior demasiadas cervezas dijo: al ver mi cabeza al lado de la suya en la almohada...y la besé otra vez, pero ya no era ayer sino mañana. Y un insolente sol como un ladrón, entró por la ventana.
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