Son muchos años, años de cobardía y valentía, años de susurros y silencio, años de gritos mudos. Años
de no mirarnos a la cara para que nuestros ojos no desvelen lo que
cayan nuestros labios, hace muchos años que terminamos, hace muchos años
que comenzamos.
Hace años que te alojas en lo más
profundo de mi ser (en mi corazón), no se si quiero verte, si quiero no
volverte a ver, no se que es lo mejor.
Cuando te miro y me devuelves la mirada, casi como por arte de magia se me escapa un suspiro.
Lo nuestro empezó antes de que nos
diesemos cuenta, incluso antes de nacer, comenzó en otra vida y seguirá
en una siguiente. Lo sé, estoy segura, estarás en cada una de mis vidas y
yo estaré en cada una de las tuyas, da igual como, cuando y donde.
Nuestras almas están unidas y jamás nada, ni nadie podrán hacer que se
desliguen, tu alma esta destinada a permanecer al lado de la mía por
toda la eternidad, y eso, ni la muerte puede cambiarlo.
No sé si voy a ser capaz de decirte
algún día lo que siento por ti, tengo tiempo, toda la eternidad para
poder adquirir el valor de hablar o de seguir callada.
Y es que tenemos la eternidad para decidirnos.
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