sábado, 29 de septiembre de 2012

Te fuiste en primavera, verano no sirvio para echar a tus fantasmas de la habitacion. Maldigo aquel otoño que alguien me recordo que te debia una cancion.

Era jóven y bonita, pero tenía arrugada el alma, el corazón hecho añicos y la mirada perdida.
Huía del  pasado, algo que le dolía demasiado la atormentaba día y noche. Recordaba momentos felices y ese era su mayor castigo. El amor la abandonó y para cuando quisó volver ella ya no quería saber más de él.
No soportaba su mundo, no había nada que valiese la pena dentro de esa minúscula habitación que solía llamar suya.
Era tan grande el vacío desde su partida, que solo quería huir de allí. Se abandonó a las drogas y el alcohol. La encontrarón en su pequeño mundo, soñando con tiempos mejores y nadie pudo hacer nada para que recuperara la cordura.
Sacrificó el futuro que no quería por el pasado que tantísimo le dolía. Ella jura que valió la pena.
Sigue en su pequeño mundo, metiéndose rayas, fumandose porros y bebiéndose botellas de vozka.
Asegura que cada noche vienes ha verla, entras por la ventana, la besas y se entrega a ti. Nadie te ha visto llegar nunca.

Amor mío, ya no le duele tú ausencia. Realmente, ya no le duele nada. Pero sigue jurándo que valió la pena.






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