Dueña de un corazón tan cinco estrellas que hasta el hijo de un dios, una vez que la vio, se fue con ella…

- Te digo que te quiero, que este último mes a tu lado a sido impresionante, que estoy enamorado de ti y que quiero algo más serio y tú me dices qué no crees en el amor, ¿Por qué?
-Lo único que puedo ofrcerte es algún polvo esporádico, mi corazón no da para más... además tú eso ya lo sabías...
-Pero, ¿quiero saber por qué?
-Porque una vez creí en el amor, una vez me enamoré y sufrí demasiado, lloré un mar de lágrimas, no compensa el precio a pagar...
-Entonces es cierto lo que veo en tus ojos, todavía le quieres y todavía le esperas, le perdonarías una y mil veces, da igual lo que él haga y las veces que te falle, tú vas a estar ahí, esperándole siempre... por si se arrepiente y vuelve...
-Realmente eres maravilloso, eres un encanto, pero yo le amo a él y si pudiera dejar de hacerlo, lo haría, pero esto no funciona así, quizás algún día quizás, él deje de ser el motivo de mis lágrimas y tú seas el de mis sonrisas, pero de momento no puedo mentirte, créeme, es mejor así...