Él es mi canción preverida, mi pensamiento favorito, las horas a su lado no trascurren de la misma manera.
Cuando no está solo sé echarle de menos y sigo contando segundos para volver a verle.
El sabor que más me gusta es el de sus labios, que me pierden beso a beso, y la ternura de sus ojos me vuelve loca.
Cualquier tontería que haga i diga me saca una sonrisa y ahora estoy segura de que no tengo más remedio que quererle, porque aunque no quiera reconocerlo esto ya no esta bajo mi conrtol.
Él es mi vicio más fuerte y sus sonrisas son mis drogas. Y es que ya soy adicta a todo él y creo que ya es tarde para desintoxicarme.
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