domingo, 21 de octubre de 2012

Le voy a cobrar a tus labios tus miradas por descarada y por placer.

Acercó sus labios a los de ella hasta que casi se tocaban, ella clavó mis ojos en los suyos y entonces la besó.
Fue un beso tierno, loco, pero sobre todo con ganas.
La abrazo como solo él sabe hacer y ella le vovlió a besar, perdieron el norte y acabaron en el sur.
Con el calor del vino la ropa empezó a sobrar y solo erán necesarios el uno al otro.
La lengua de ella repasó cada rincón del cuerpo de él y sus dedos memorizaron todo.
Respiraciones entrecortadas, susurros al viento, gemidos cuando casi estaban sin aliento.
Se quieren y se desean y esta vez no va a repetirse la historia, esta vez lo que hay es amor o por lo menos pasión.
Hoy están aquí y mañana Dios dirá.


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