jueves, 4 de abril de 2013

Tal vez tenían razón, puede que fuera amor la soledad que compartían.

- Crees que no sé lo que pasa aquí, que a mí no puedes engañarme, que llevamos juntas mucho tiempo y no me creo tu sonrisa cuando lo que camufla es el dolor, que aunque por tu cama pasan muchos al corazón no dejas llegar a ninguno y sigues con ese absurdo miedo a enamorarte, cada vez que escuchas te quiero sales corriendo y no has vuelto a llorar de felicidad con nadie. O me equivoco?
-De que me sirve mentirte a ti, pues tienes razón, mi sonrisa tan deslumbrante solo maquilla el dolor por un corazón que hace tiempo partió él, de todos los que han pasado por mi cama ninguno ha llegado al corazón, tal vez porque yo no les he dejado....
Me preguntas por mi absurdo miedo a enamorarme y porque cuando escucho un te quiero salgo por patas?
- Sí, eso es lo que no entiendo...
- La última vez que oí un te quiero y me enamoré sufrí demasiado, fue insoportable, creía que se me partía el alma, fue demasiado el precio que él me hizo pagar...
-Pero no todos son él.
- Ese precisamente es el problema...
- Vuelves a quererle de nuevo...
-Nunca deje de quererle... Sólo aprendí a vivir con su ausencia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario